Conocemos a Alice Catherine Evans (microbióloga)
Alice Catherine Evans
Primera mujer presidenta de la honorable Asociación Americana de Bacteriólogos
EPISTEMILOGÍA |
La literatura
científica hacia el siglo XIX, antes de la primera guerra mundial, se
consagró a la demostración de la incapacidad femenina para acceder al mundo
masculino.
A partir de 1918, después de la guerra mundial, los autores
ya querían convencer al lector y lectora de la necesidad y conveniencia de que
las mujeres cumplieran otras funciones que no son tradicionalmente asignadas al
sexo femenino sino al masculino. Las mujeres pasaron, de este modo, de
una posición pasiva en el discurso, como objeto de análisis, a la posición de
interlocutor. Su aquiescencia se transformó en elemento imprescindible para el
éxito de la empresa de divulgación científica, de ahí que se pudiera escuchar
el nombre de Alice Catherine Evans, la científica que ha inspirado ahora este
trabajo.
Aunque a la mujer se le permitiera trabajar en otros campos
que no sean los del cuidado, aún no era fácil romper con los estereotipos
sexistas en petí comité con sus compañeros científicos, ellos siempre tenían
que objetar algún impedimento; que si no tenía el doctorado (lo consiguió más
adelante), que si su cerebro no estaba formado para la ciencia, que su
perspectiva no era útil y un sin fin de hipótesis más propias de los
analfabetos que de científicos, ¿no creéis?
Aun así, Alice se desarrolló profesionalmente rodeada de
grandes investigaciones en los campos de la Traumatología y Ortopedia, además
de en la medicina, donde se fusionaron la medicina y la cirugía con la creación
de la anestesia, la asepsia y la antisepsia que hicieron de los quirófanos
lugares más limpios y seguros. Además, las intervenciones quirúrgicas ya eran
algo más sofisticadas, produciéndose menos amputaciones y en consecuencia menos
muertes al año.
Como se puede apreciar, los virus, bacterias y todos los
microorganismos molestos para la salud humana fueron objeto de investigación,
teniendo como detonante, la salubridad de los centros médicos y sus
instalaciones, quizás, por ello, Alice Catherine Evans sintió curiosidad por
las bacterias y virus que se instalaron en la época no solo en humanos sino en
animales. ¿Un tema apasionante? Sigue leyendo para más información.
DESCRIPCIÓN DEL CONTEXTO SOCIAL E HISTÓRICO |
Alice Catherine Evans nació en el siglo XIX. Durante este
siglo, tuvieron lugar varios sucesos de forma simultánea, por un lado, el
proceso de transformación económica, social y tecnología que fue la llamada
2°Revolución Industrial (1870-1913) y la devastadora Primera Guerra Mundial
(1914-1918), por otro lado, la formación del movimiento feminista, cuyo fin fue
erradicar la anulación de las mujeres como personas cívicas. El surgimiento y
la consolidación del movimiento feminista tenía clara sus metas, algunas eran:
debilitar y fracturar la estructura patriarcal del momento y defender el
individualismo y la igualdad de derechos, tanto es así, que, tras muchas contiendas,
consiguieron mujeres libres tanto en el ámbito social como jurídico, ruptura de
roles tradicionales y, sobre todo, destruir la anulación que sufrían las
mujeres de aquella época.
Para esta científica no fue nada fácil el camino hasta
llegar a ser autora de un gran descubrimiento, debido a que en la época en la
que tuvo lugar su desarrollo profesional, se propiciaba una total exclusión e
invalidación hacia la mujer. Durante su carrera como Microbióloga y
Bacterióloga, estuvo sujeta a todo tipo de discriminaciones, incredulidades y
despechos por parte de compañeros masculinos, los cuales mostraban recelo hacia
ella y le pretendían crear un sentimiento de inferioridad. A pesar de todo,
consiguió ser la mujer pionera en descubrir la bacteria de la leche cruda
mortal para el ser humano (de la cual se hablará en el apartado Descripción
de la importancia de su trabajo) y la primera mujer presidenta de la
Sociedad de Bacteriólogos Estadounidenses, además, de contribuir con sus
aportaciones a grandes pandemias que se ocasionaron como La Gripe Española de
1918, una fecha devastadora para muchas personas de la época, pero muy
favorable para la científica por razones que conoceremos a continuación.
BIOGRAFÍA
Y DIFICULTADES PARA EL DESARROLLO DE SU LABOR CIENTÍFICA |
Alice Catherine Evans nació en el año 1881 en Estados Unidos, se crio en una granja de Pensilvania, donde en 1904 ejerció como maestra rural y cuatro años después, asistió a un curso gratuito de la Universidad de Cornell, en Nueva York, cuyo objetivo era enseñar a los profesores los avances en Ciencias Naturales y que aprendiesen a transmitirlos al alumnado, en ese momento, sintió una gran satisfacción que continuó hasta poder dedicarse a la investigación.
En 1909, ejerció sus estudios de bacteriología en la Universidad de Wisconsin-Madison y fue becada para realizar una investigación avanzada, así, consiguió un puesto en el Departamento de Agricultura en Estados Unidos, realizó análisis bacteriológicos de la leche y el queso y tras grandes investigaciones, descubrió la Brucella (fiebre de Malta u ondulante) que es una enfermedad zoonótica, ya que las vacas infectadas, a través de su leche, traspasaba la enfermedad al humano.
En 1918 publicó su hallazgo en la prestigiosa revista científica Journal of Infectious Diseases y aún, en la actualidad, es una referencia en el campo de las enfermedades infecciosas. Pero todos sus méritos no fueron un camino de rosas, sus trabajos no fueron tomados en serio por la mayoría de sus compañeros científicos, ya que aún la ciencia no era concebida como oficio de mujeres, tantas fueron las piedras en el camino que le impidieron, en un primer momento, obtener su doctorado (en 1936 pudo lograr esa meta) y convencer a veterinarios, médicos y granjeros de que la pasteurización era un método fundamental para evitar la expansión de esa enfermedad, aun así, en el año 1930 quedó implantada esta medida, que, posteriormente, sirvió para la elaboración de protocolos de trabajo para tratar a las cabañas ganaderas, además de ser proclamada presidenta de la asociación americana de bacteriólogos. En señal de agradecimiento, en 1969, donó una colección de sus trabajos a la Biblioteca Nacional de Medicina.
IMPORTANCIA
DE SU TRABAJO |
En la actualidad se cuentan con tantos grandes descubrimientos, tantas comodidades, que vivimos sin saber quién fue el visionario o visionaria que nos hizo la vida más fácil, más segura y práctica.
¿Quién no ha disfrutado o disfruta aún de un cacao
caliente, un café con leche, un bizcocho de limón, una leche merengada, leche
frita, dulce de leche o leche en general? Pues se puede disfrutar la leche en
todas sus variedades gracias a la científica Alice Catherine Evans, que empezó
a estudiar la relación existente entre la enfermedad Bacillus Abortus que hacia
el año 1910 afectaba a las vacas y su conexión con el ser humano, pues, en
principio, solo era una bacteria animal, hasta que se extendió entre los
humanos adquiriendo el nombre de Fiebres de Malta, de esta manera, la
científica descubrió que si se pasteurizaba la leche, este virus, no afectaría
más al ser humano y así se lleva haciendo desde el 1918, cuando su trabajo fue
aceptado (a muy duras penas por ser mujer y no tener el doctorado) y publicado
en la revista científica Journal of Infectious Diseases en ese
mismo año.
Cuántos momentos agradables le debemos a esta gran
científica y a su valioso trabajo, ya que la pasteurización láctea no solo hace
que disfrutemos de la leche, sino de sus variedades como el queso, que es uno
de los alimentos más ingeridos a nivel mundial, aunque, en la actualidad, hay
muchos alimentos considerados como no lácteos que, aun así, llevan leche, como
algunas chacinas con porcentaje bajo de carne.
Colwell, Rita. (1999). Alice C. Evans: Breaking
Barriers. Yale Journal of Biology and Medicine, 72 (5), 349-356.
Wyatt, H. (2005). How Themistocles Zammit found Malta Fever (brucellosis) to be transmitted by the milk of goats. Journal of the Royal Society of Medicine, 98 (10), 451-454 DOI: 10.1258/jrsm.98.10.451
Comentarios
Publicar un comentario